Como mis derechos terminan solo cuando atropello los del otro, el Estado aprobó sin pudores el matrimonio entre homosexuales, sin disimular la plena realización de las revelaciones progresistas.
MUSULMÁN: Bueno, si los adultos homosexuales se pueden casar entre ellos, yo anhelo, con la bendición de Alá, casarme por la ley terrenal con las tres mujeres que conviven conmigo por años, las cuales me han dado ocho hijos y a las que adoro, y ellas a mí.
ESTADO: Apruebo el matrimonio consentido entre un hombre y tres mujeres adultas. Si algunos de ellos piensan que la poligamia es una bendición del cielo, allá ellos. La diosa libertad no pone impedimentos éticos. Que cada cual se case con quiera, sin fastidiar a los vecinos. Con el visado de las bodas entre lesbianas, todas las barreras moralistas retrógradas cayeron, bellamente. La libertad de elegir es la libertad de elegir y punto.
BISEXUAL POLÍGAMO: Bueno, si el Estado canonizó el homosexualismo y la poligamia, yo deseo fervientemente que el Estado me autorice a casarme con mis tres mujeres y mis dos hombres, todos adultos, en un mismo minuto, en nombre de esa libertad que todo lo permite, si no molesto al prójimo.
ESTADO: Que los adultos se casen y descasen como lo deseen, con quien o quienes lo deseen, cuando lo deseen, las veces que lo deseen, respetando el metro cuadrado del otro. La libertad de escoger sin escrúpulos es preciosa.
MUJER POBRE: Un hombre rico me quiere comprar a un muy buen precio y yo, libremente, me convertiré en su concubina y propiedad número cuatro, en su pía esclava. Así solucionaré todas las dificultades económicas de mi familia, de una sola vez. Al que se oponga lo golpeo, porque lo que yo elija es mi problema. Sé lo que es mejor para los míos. Viva la esclavitud, la esclavitud en libertad. Además, el millonario está guapo y me prometió que me iba a querer.
ESTADO: Si por dinero y libremente deseas por siempre ser la esclava de un potentado, lo puedes hacer sin vacilaciones, porque la liberal diosa libertad autoriza todo lo que tú desees. Viva la esclavitud en absoluta libertad. Con el despliegue de estas disímiles bodas, lo complejo van a ser las pertinentes leyes de divorcio, de adopción de menores, de herencia, de violencia intrafamiliar, de asignaciones y subsidios. Si bien hoy todo es un despelote social y moral descomunal e irreversible, en este caso hablamos de un caos bendito y maravilloso, en nombre de una diosa libertad que tiene a la humanidad en su puño.
CHICO ESPECIAL: ¿Puedo casarme con el perro con el que he intimado todos estos años y con mi madre? ¿qué ridículo conservador se opondrá a esta petición, en un país libre?
Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN
